La Asociación Española de Compliance (ASCOM) celebró el pasado 21 de noviembre el Día del Compliance Officer 2018, la gran fiesta de la asociación que se ha convertido, tras cuatro años de existencia y un espectacular crecimiento, en el reflejo de la función de cumplimiento en España, en palabras de Sylvia Enseñat, presidenta de ASCOM.
Más de 300 profesionales examinaron las últimas novedades y asuntos de interés relacionados con la función, imprescindible ya en cualquier organización que quiera considerarse competitiva y mantener su reputación empresarial impecable. La jornada fue inaugurada por Ángel Juanes Peces, vicepresidente del Tribunal Supremo, y clausurada por Dolores Delgado, ministra de Justicia.
Ángel Juanes Peces, vicepresidente del Tribunal Supremo Juanes, en su intervención inaugural, reconoció que la introducción de la responsabilidad de las empresas del artículo 31 bis en la reforma del Código Penal de 2015 ha sido un éxito, y que sin ella hoy no tendría sentido esta Jornada. Este éxito, continuó diciendo, no se mide por más o menos procesos o más o menos condenas, sino porque ha dado lugar a la aparición de una cultura de empresa de motivación y prevención para evitar la comisión del delito.
“Los programas de Compliance son el camino correcto, no un atajo. Es fundamental que las empresas cuenten con un programa de cumplimiento y que sea eficaz, individualizado en función de las características de cada empresa”, comentó Juanes. “Sentencias recientes del Tribunal Supremo reconocen la importancia de la existencia probada de un hecho delictivo y que la empresa cuente con un programa de cumplimiento, llegando a afirmar en los fundamentos de Derecho que, si la empresa hubiera contado con ese programa, a lo mejor no hubiera habido condena sino absolución”.
La primera mesa redonda examinó la regulación de la función de compliance en el ámbito internacional, con la presencia de representantes de las asociaciones de Argentina, Australia, Sudáfrica y España, y en la que se constató la labor de evangelización que las diferentes asociaciones han realizado en sus países y la realidad de un cambio cultural que se está produciendo en todos los continentes.
La segunda mesa redonda, en la que participaron Deloitte Legal, Iberdrola y AENA, examinó el traslado de los requisitos de compliance a través de la cadena de suministro hacia las pymes en su relación como prestadoras de servicio de las grandes empresas.
Fernando Fraile de Iberdrola señaló que en la compañía se está promoviendo activamente que sus proveedores y terceros con los que se relaciona, los acompañen en el desarrollo y mejora continua de los sistemas de cumplimiento, lo que no solo sirve para mitigar posibles riesgos sino también para impulsar la competitividad.
Marta Campomanes de AENA comentó que han observado como empresas de todos los tamaños tienen cada vez más en cuenta el cumplimiento y que son más cuidadosas en sus actuaciones, así como la necesidad de ser realistas en las exigencias, reconociendo que en los contratos no se debe incluir nada que luego no se pueda llegar a cumplir.
Por su parte, Begoña Fernández de Deloitte Legal, reconoció el esfuerzo en formación es muy importante, que hay que ir mucho más allá de la formación en un tema determinado de compliance, ha de servir para crear la tan necesaria mentalidad de cumplimiento.
La tercera mesa redonda examinó la aproximación práctica a los procedimientos de KYC (Know Your Customer) y de due dilligence, con la participación de Informa D&B, Bureau van Dijk y Cepsa.
Javier Nájera de Cepsa, señaló que los procedimientos KYC se han convertido en imprescindibles en cualquier compañía para evitar daños económicos y reputacionales. El valor diferencial de un buen proceso es la tecnología, ya que facilita un análisis ágil y el seguimiento continuo de las partes, ayudando a minimizar riesgos de cumplimiento de las relaciones comerciales.
Para Marco Postigo de Informa, es fundamental conocer adecuadamente a las terceras partes con las que una empresa trabaja es de suma importancia, así como identificar al beneficiario último, algo que puede no ser sencillo por la complejidad que alcanzan las estructuras de algunas compañías, por lo que es necesario contar con los datos y las herramientas tecnológicas adecuadas.
Por su parte, Pedro Bobião de Bureau van Dijk reconoció que la ‘due dilligence’ es ya algo obligatorio y que empieza a ser algo muy importante para la ética de las empresas. La cuarta mesa, que contó con la presencia de Clifford Chance, KPMG y Lefebvre, discutió sobre la monitorización, investigación y los efectos de los incumplimientos.
Carlos Zabala de Clifford Chance, recordó que, aunque tradicionalmente hablamos de prevención, cuando los sistemas no han funcionado hay que analizar por qué no han funcionado y tomar las decisiones oportunas de cara a ver si es necesario reportar a las autoridades lo que ha sucedido y si es necesario establecer una política nueva para que no se vuelva a producir un hecho similar.
Rafael Urquiza, de KPMG, comentó la importancia del seguimiento y de ver cuáles pueden ser los efectos de los incumplimientos, siendo fundamental que el seguimiento sea homogéneo para poder medir adecuadamente los riesgos y la necesidad de que el compliance officer se encuentre lo más cerca posible de la dirección de la empresa, para facilitar el cumplimiento de la obligación de estar informado que tiene el Consejo de administración.
Por su parte, Cristina Vallejo de Lefebvre señaló la importancia de contar con las adecuadas herramientas de monitorización que dejen evidencia de lo hecho en todo momento, herramientas que han de ser también adaptables y flexibles, y que ofrezcan una imagen real del sistema de gestión del compliance en la empresa.
La última mesa redonda sirvió para los distintos grupos de trabajo de ASCOM, creados en función de la naturaleza técnica y sectorial (Penal, Industrial, Farmacéutico y Productos sanitarios, Público y Pymes), presentaran los trabajos realizados y las conclusiones alcanzadas durante los mismos y que sirven, para poner encima de la mesa, las mejores prácticas de cada sector.
La jornada finalizó con la intervención de la ministra de Justicia, Dolores Delgado, quien reconoció que la figura de la persona responsable de supervisar y gestionar todas las funciones relacionadas con el cumplimiento normativo en las empresas es ya fundamental. Al felicitar a la ASCOM y a los organizadores de la jornada, Delgado comentó que iniciativas como esta contribuyen a dar visibilidad a esta importante función.
Delgado afirmó que, a partir de la reforma del Código Penal de 2015, que es cuando se incorporan al ordenamiento español aspectos novedosos como la responsabilidad penal de las personas jurídicas, se produce un antes y un después en la percepción y apreciación de muchos delitos y como fue necesario replantearse muchos procedimientos, especialmente en las prácticas de las empresas, pasando de un concepto reactivo a un concepto preventivo y, en palabras de la ministra, en el que el compliance officer tiene una función fundamental en el cumplimiento normativo.
“La persona jurídica es susceptible de incurrir en responsabilidad si hay delito, siendo los más relevantes en el ámbito de la empresa, los delitos de corrupción, estafa y también, por ejemplo, contra el medio ambiente”, señala Delgado. “Todo ello ha llevado a generalizar en las empresas, una figura de todos conocida, la vuestra. No solo en determinados ambientes, como por ejemplo los tribunales, sino que se va siendo cada vez más popular. En otros países, es una figura plenamente implantada”.
“Los responsables del cumplimiento normativo, con vuestro trabajo a veces en la sombra, pero solvente y seguro”, sigue diciendo la ministra, “no solo contribuís a la promoción de la ética y la integridad empresarial, sino que participáis en la mejora de la calidad democrática y, a la vista de los datos, a la buena marcha de la economía”.
Para finalizar, la ministra comentó que iniciativas como el Día del Compliance Officer, no solo se trabaja en la creación de una cultura de prevención, sino también la práctica del cumplimiento normativo en las empresas españolas, ayudando a promocionar el importante papel del responsable del cumplimiento, así como la definición de su perfil profesional la profesionalización. “Todo ello contribuye a construir una sociedad más transparente y honesta”.
Durante el evento, también fueron entregados los Premios ASCOM 2018, que reconocieron el esfuerzo de personas y entidades en la popularización y desarrollo de la figura del compliance officer así como de la importancia de esta función en la sociedad y en la empresa.
La jornada finalizó con la entrega de los diplomas CESCOM 2018. La certificación de Compliance CESCOM®, emitida por la Asociación Española de Compliance ASCOM, es una certificación profesional que acredita que las personas que la obtienen cuentan con suficientes conocimientos profesionales en el ámbito de compliance.
Fuente: ASCOM / Everythink
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