Os presentamos a continuación la nota de prensa que nos ha facilitado amablemente laFundación PONS, relativo a las conclusiones sobre la Jornada «Potenciar la I+D+i en tiempos de crisis a través de incentivos fiscales: Patent box”. La misma fue organizada por laPlataforma Tecnológica de Agricultura Sostenible (PTAS) y la Fundación PONS, con la colaboración también de la Oficina Española de Patentes y Marcas y el Ministerio de Economía y Competitividad.
Incluso en la coyuntura económica actual, el sector empresarial de agricultura y ganadería en nuestro país dedica un importante presupuesto a I+D+i, por la gran importancia de la investigación y la transferencia tecnológica a la hora de mejorar la productividad, crear procesos más eficientes de manera sostenible, y generar riqueza. De hecho, según el último informe sobre Tecnología e Innovación en España realizado por la Fundación COTEC, el sector agrícola ejecutó un gasto en I+D durante 2010 que asciende al 1, 4% del total del gasto global en esta área. Este gasto implica un incremento del 41% con respecto al ejercicio anterior.
Teniendo en cuenta que el 78% de las empresas que se dedican a I+D+i son PYMES, tal y como indica el citado informe, los incentivos fiscales para este sector son un aliciente necesario para potenciar el sector industrial en una época donde se requiere un esfuerzo mayor por parte de las compañías, sobre todo las de pequeño tamaño.
A día de hoy, y a pesar de este decrecimiento de la economía, son pocas las empresas que se benefician de los incentivos fiscales existentes para aquellas empresas que incluyen en su estructura algún componente innovador. Con el fin de que el desconocimiento no sea la causa por lo que el sector productivo no solicitan este tratamiento fiscal, la Plataforma Tecnológica de Agricultura Sostenible (PTAS) y la Fundación PONS han organizado la jornada ‘Potenciar la I+D+i en tiempos de crisis a través de incentivos fiscales: Patent box’, con la colaboración también de la Oficina Española de Patentes y Marcas y el Ministerio de Economía y Competitividad.
Incentivos poco solicitados
Según José María Peláez Bravo, asesor técnico de la Subdirección General de Fomento de la Innovación Empresarial, Dirección General de Innovación y Competitividad del Ministerio de Economía y Competitividad “los incentivos fiscales dedicados a la I+D tienen la gran ventaja de que no tributan, son compatibles con cualquier otro tipo de ayuda y la deducción es proporcional a la actividad de I+D que se haga”.
Teniendo en cuenta estos preceptos, este tipo de incentivos pueden llegar hasta el 42% de la deducción, y lo que es más importante, no es necesario que la empresa cuente con un departamento o laboratorio que se dedique específicamente a esta labor de investigación y desarrollo. “En España contamos con uno de los sistemas de incentivos fiscales más beneficiosos de los países de la OCDE”, comenta José María Peláez. “De todas formas, bien por desconocimiento, bien porque las compañías consideran imprescindible contar con una unidad de I+D –cosa que no es necesaria-, son muchas las empresas que no solicitan estas ayudas”.
Esta reunión ha contado con la participación de Antonio Villarroel, Presidente de la Plataforma Tecnológica de Agricultura Sostenible, Mª Jesús Magro, Directora General de la Fundación Pons, José María Peláez Bravo (Subdirección General de Fomento de la Innovación Empresarial, Dirección General de Innovación y Competitividad del MINECO), Mariano Nieto, Jefe del Servicio de Documentación de la Oficina Española de Patentes y Marcas, Laura Montoya, Abogada Asesoría Jurídica de Pons Patentes y Marcas y Sergio Larreina, Director de Inteligencia Competitiva de Pons.
En palabras de Antonio Villarroel, “el sector agrícola y ganadero necesita aprovecharse de todo tipo de herramientas que le permitan aumentar su competitividad para poder resultar cada vez más rentable, y la protección de la I+D+i es fundamental para diferenciarse en los mercados”.
Laura Montoya ha comentado a los presentes las pautas sobre los diferentes mecanismos legales para la cesión de activos intangibles a la hora de llegar a un acuerdo entre dos entidades, recalcando cuales son los derechos de propiedad industrial cuya cesión pueden o no acogerse al beneficio fiscal, que tipos de licencias hay y cuáles son las cláusulas habituales y recomendables en contratos de licencia.
Patent box, la protección de los intangibles
Además de los incentivos fiscales, también existen diversas herramientas que permiten estimular la transferencia tecnológica y reforzar la creación de activos intangibles.
“Instrumentos como el Patent box permiten transferir y rentabilizar conocimiento entre empresas de sectores distintos, ya sean complementarios o relacionados en la cadena de valor (plataformas tecnológicas), o bien cuyo conocimiento sea susceptible de aplicación en otro sector”, explica José María Peláez. “La aplicación de Patent Box permite la reducción de la base imponible del Impuesto sobre Sociedades de hasta el 50% de los ingresos obtenidos por la cesión del derecho de uso o explotación los activos intangibles”.
Sergio Larreina, tras explicar que se puede transferir en una empresa o entidad (secretos comerciales, derechos de autor, patentes, modelos de utilidad, diseños, marcas o intangibles relacionados con la competitividad) ha mostrado ejemplos de cómo identificar las líneas estratégicas para valorar esos activos y su posterior cuantificación, recomendado “dejarse asesorar por expertos en Transferencia de Tecnología”.
Datos sobre la Plataforma Tecnológica de Agricultura Sostenible
Nació en 2009, a partir de la Orden CIN/1728/2009, como un foro de trabajo, para el intercambio de información y conocimiento y para mejorar la percepción de las tecnologías aplicadas a las áreas agrícola y ganadera. Ha recibido el apoyo de diversas instituciones y está financiada por el MINECO.
La Plataforma Tecnológica entiende la agricultura sostenible como un modelo irrenunciable e incuestionable, con el que satisfacer las necesidades alimentarias actuales de los ciudadanos, garantizando la eficiencia productiva, la calidad de los productos y la seguridad alimentaria.
Para ello, es imprescindible el apoyo institucional tanto al avance tecnológico y a la investigación, como a la elaboración de un marco legislativo adecuado que posibilite la aplicación de estos avances.
El futuro del sector se cimenta en la investigación y el desarrollo tecnológico que contribuya al incremento de la productividad agroalimentaria a la vez que se asegure el mantenimiento y buen uso de los recursos naturales existentes, sin la renuncia del acceso por parte de los ciudadanos, con independencia de su clase social y situación económica, a alimentos con vistas a una dieta variada y a un precio asequible. La mejora en la agricultura y las innovaciones tecnológicas es la única baza para mantener el abastecimiento de alimento necesario para cubrir la demanda mundial, consiguiendo al mismo tiempo equilibrar los precios.
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